Parece que es el topónimo o nombre del lugar de Mudá se refiere a la “Muga”, mojón o frontera en la época prerromana en clara referencia a la peña denominada “el humano” y su mirador que predomina sobre todo el caserío urbano. Dentro de sus cuevas se han encontrado restos de las primeras ocupaciones prehistóricas a lo largo de todo el valle de Mudá.
La localidad de Mudá se erigió en fortaleza y acomodo de visigodos tras finalizar las invasiones de los pueblos cántabros y suevos de finales del siglo V y en el VI. Durante la repoblación de principios del siglo IX de Alfonso II el Casto, fue repoblada esta zona palentina para gentes llegadas de Cantabria y Asturias. Mudá fue centro político de la zona hasta el año 811 incluida Cervera de Pisuerga.
Ya a mediados del siglo XIV, Mudá pertenecía en sus terceras partes, como lugar solariego, a Don Tello y la otra tercera parte era abadenga y perteneciente al abad del monasterio de Santa Maria de la Real de Aguilar de Campoo.
En los años finales del siglo XVI, Mudá contaba con 29 vecinos pecheros, o que pagaban impuestos, y un clérigo, esto es, unos 150 habitantes, continuando como lugar del Condado de Pernía.
Mudá ha gozado de importantes explotaciones mineras del carbón desde finales del siglo XIX y alo largo de todo el siglo XX hasta caer en crisis.
A finales del siglo XVI Mudá disponía de unos 150 habitantes, a mediados del XIX de 120, en 1900 de 181, en 1930 de 297, en 1960 de 273, en 1991 de 178 y en 2006 de 98.